02 Enero 2021 03:10:00
De todo nos dio el 2020
Despedimos un año diferente, un año malo en una percepción general, año de complicaciones de salud, donde perdimos seres queridos, empleo, libertad y fuimos sometidos a un estricto protocolo sanitario por un virus traicionero, que llegó sin avisar, tomando por sorpresa a nuestros médicos, que no tenían claro a qué se estaban enfrentando...
Unos perdieron la vida, por desconocimiento del virus, lo que no compromete su capacidad, porque buenos y malos, corajudos o no, siguen al frente del combate, son quien junto con enfermeras, intendentes, camilleros, radiólogos, choferes de ambulancias, nutriólogos y muchos más trabajadores de la salud, casi todos contagiados en algún momento, siguen en riesgo, sin tirar la toalla.
Vivimos un 2020 encerrados en casa, cerraron empresas y niños, jóvenes y maestros, estudiaron desde casa le hicieron frente a lo que les tocó vivir en esta pandemia, igual los padres porque de la noche a la mañana se convirtieron en docentes, actualizando temas escolares que creían olvidados...
Fueron duramente criticados porque evidenciaban su molestia, pero su reclamo es justo, porque enseñar a sus hijos no es un rol que les corresponda, podrán ayudar a las tareas, pero impartir conocimientos, es otra cosa, para eso se estudia, y sí, muchos de ellos lo hicieron muy bien. Y lo van a seguir haciendo, porque esto no ha terminado, la pandemia seguirá en el 2021, pero ya con la esperanza de dejar atrás ésta mala experiencia, ya por lo menos con la vacuna todos vemos una luz al final del túnel.
Nuestros jóvenes fueron obligados a permanecer encerrados, sin ver amigos, sin ir a la escuela, antros, nada, porque aunque están en condiciones físicas de resistir los embates del coronavirus, sí ponen en riesgo a sus familiares vulnerables y son foco de contagio.
Por eso y más, el 2020 fue un año complicado, difícil muy difícil para la mayoría de las familias hasta nuestros abuelitos la han pasado mal, porque también de golpe y porrazo se les cortaron las alas y se quedaron en casa, porque son ellos el grupo de mayor riesgo.
Enfrentamos también las consecuencias de un Gobierno Federal tibio, que no pudo con el paquete, que dejó en la indefensión a los médicos y enfermeras, sin equipo, sin capacitación y ahora si que en las manos de Dios, así es que entraron otras opciones como el Estado, los municipios y miles de ciudadanos y empresarios voluntarios para darles las armas para seguir en esta guerra.
También constatamos la necedad y rebelión de un pueblo, que se negó a acatar las disposiciones sanitarias, un protocolo marcado por la Federación para evitar contagios y por eso las cifras suben como la espuma.
Fuimos testigos de una falta de empatía social, la gente prefirió gritar que nada era cierto, que era ataque al Gobierno, nunca se detuvieron a pensar en el cansancio de los médicos, la vulnerabilidad de los adultos mayores, o personas con enfermedades crónico degenerativas, sacaron a la calle a los niños retando al virus y a las autoridades quienes de manera incansable pedían respeto al protocolo sanitario.
No obstante esta historia, el 2020 nos dejó enseñanzas, nos hizo fuertes, resistentes a las reglas obvio en la mayoría de los casos, nos hizo rezar más, extrañar a nuestras familias y hastanos hizo expertos en el manejo de las tecnologías, sin importar la edad.
Decimos adiós al año viejo y que el siguiente sea mejor, que todo lo aprendido y también lo sufrido en el año que se fue, nos sirva para hacer conciencia y bajar los riesgos en estos nuevos 365 días.